martes, 14 de junio de 2011

Una volta amici, ora sconosciuto (parte B)

(..) ultima palabra comenzó a disparar sin dudar más flechas, esta vez con mejor puntería y logrando lastimarle el hombro derecho de ella y haciéndole que termine agachada por poco en el suelo.

-Jamás pensé que de verdad pensaras así, creo que esto es un empate, tanto tu como yo somos una decepción como amigas y personas. Pero, no me quedaré así, me defenderé, porque se que algo dentro de ti, que vale la pena, siempre lo he pensado y siempre lo haré, así sea la única que lo haga. No importa cuantas veces me lastimes, seguiré delante de ti esperando la oportunidad de cambiar algo.

-¡Eres tan obstinada!, es tu deseo, te daré en tu corazón egoísta y saldré de aquí primero.

-¡No soy presa fácil Elena!, tenlo presente, por mucho que sepas mi debilidad, no serás capaz de hacerme caer por segunda vez.

-¡Ja!, veremos que es lo que sucede, ya que después de todo tu debilidad soy…yo.

Al concluir su pequeño dialogo entre las dos, Elisa se pone de pie y comienza a hacer todo en serio, decide quitarse los lentes y poder hacer esto de la manera más irracional posible. Cegada por su furia interna, cuando esto pasa, sus ojos se tornan a un dorado extraño. Su odio era visible, su lógica estaba perdida y su deseo por acabar era insaciable.

Entre ellas dos hay una delgada línea de diez años, de haberse querido, peleado, competido, respetado y confiado. Pero ahora solo ven este presente, en el que todo es retorcido y mal hablado, los rumores de cosas que no tenían ninguna relación las separó y los malos entendidos fue lo que las hizo conocer la palabra odio. Ellas, una vez amigas, ahora solo dos personas en busca de soledad.

“Quisiera, ser alguien que valga la pena” – fue lo que se le cruzó por la mente a Elisa mientras que su odio la invadía por todos lados y estuviera solo cegada para salir de ese encierro antes que lo que una vez ella podía decir tranquilamente “mi amiga”.


 -FIn de introducción-

No hay comentarios:

Publicar un comentario